SAN JUAN, PR – AGOSTO 2019 – Antes la gente se preocupaba de que sus fotos íntimas cayeran en las manos incorrectas y se regaran por todos los medios. Ahora las mujeres tienen que preocuparse por fotos y vídeos que ni siquiera se han tomado. Actrices como Emma Watson (Harry Potter) y Gal Gadot (Wonder Woman) sufren un tipo de acoso cibernético que además de asco causa preocupación. Existe un “software” que le permite al usuario unir el rostro de una persona con el de otra que ya esté en un vídeo. En este caso, la técnica se está usando para vender la presencia falsa de personas famosas en videos pornográficos ultra realistas.
El término “deepfake” nació en el 2017 y se refiere a la falsificación de la identidad de una persona en un vídeo. Estos programas están disponibles para cualquier usuario gracias a que sus creadores han facilitado su acceso. Hoy en día puedes entrar a una página web, hacer tu pedido y tener el resultado en un instante. ¿Cómo se llama este programa? ¿Cómo se encuentra? Solo basta con hacer una búsqueda en Google sobre cómo hacer un deepfake. Encontrarás montones de páginas y manuales de instrucciones.
La más reciente víctima de esta modalidad es la actriz china Yang Mi. Su rostro fue utilizado en un vídeo verídico en el que un hombre droga y viola una mujer. El hombre fue arrestado desde que se descubrió el vídeo original. Yang Mi tuvo que hacer una declaración pública aclarando que la persona en el vídeo no era ella. El vídeo se creó utilizando muchas fotos de su cara en diferentes ángulos y gestos, fotos que existen en todos lados gracias a su profesión. Las fotos se van pegando y acomodando de forma que las imágenes fluyen y emulan la persona casi a la perfección.
El Beijing News descubrió mediante una investigación una red que usa la Inteligencia Artificial (AI por sus siglas en inglés) para hacer videos pornográficos falsos de celebridades chinas. Estos se venden en docenas y pueden costar desde 14 hasta 158 yuanes (de dos a 23 dólares). Estos vídeos solo duran un minuto.
Nosotros no vivimos en la China, pero todos sabemos cómo está el machismo rampante y la violencia contra la mujer en nuestra isla. Las mujeres no pueden ni caminar tranquilas por miedo a que las maten, un miedo que hace muchísimo sentido y que hoy en día es una posibilidad realista. Me preocupa sobremanera que esta tecnología se empiece a regar más y más hasta que superponer las caras de celebridades no sea suficiente. No me malinterpretes, que esto se le haga a cualquier mujer es una aberración sin importar cuán famosa sea.
Pero, la mujer común no tiene acceso a una red grandísima de medios a los que le pueden reclamar justicia, atención policíaca detallada, etc. La mujer puertorriqueña normal no tiene los recursos para dar una batalla así. Y estos programas pueden empeorar la situación de acoso de parte de hombres celosos y violentos.
Además de mi preocupación en cuanto al bienestar de la mujer, me preocupa que esta tecnología ya podría estar en manos de personas de poder. Esas manos pueden manipular información y regar un vídeo a gran escala de líderes, políticos, gobernadores y presidentes diciendo y haciendo cosas que nunca han hecho. No es como que les haga falta fingir corrupción, pero de partido a partido esto pudiese ser un arma letal. La era de la desinformación se sigue extendiendo sin vuelta atrás, y no creo que el tren vaya a parar. Más que crear leyes y órdenes para controlar lo que puede lograr este tipo de programa, necesitamos educar a los hombres como miembros de la sociedad que son. La mayoría de los casos que envuelven “deepfakes” provienen de hombres con problemas sexuales, delirios de superioridad y hombres vengativos y violentos. Esta clase de hombre que cree que la mujer es una ficha para ser usada a su favor, para maltratar y porque “tiene que aprender” ya sea a la buena o a la mala.
Ya saben, mantengan los ojos abiertos y tengan cuidado a le quién confían. Uno nunca sabe de lo que es capaz una persona con vasto conocimiento tecnológico pero con malas intenciones.
Fernando Fernández, LPI, BAI, CCDI, CDRS, CII, CAS, CHS-II
Presidente - Covert Intelligence, LLC