SAN JUAN, PR – Febrero 2019 – Las relaciones de pareja van mas allá del amor. Compartimos con la otra persona intimidades, miedos, sueños y muchas cosas más. Dependiendo del estilo de relación nos prometemos mutuamente fidelidad, honestidad, apoyo y amor. Es por esta dinámica que, al igual que existen muchas formas de amar, existen muchas formas de engañar. Como investigador privado yo le debo un servicio a quien me lo pida, y eso significa también aceptar los casos que no tienen una solución obvia y que requieren más atención a los detalles.
La infidelidad emocional se basa en intimidad y vulnerabilidad emocional con un/a tercero a espaldas del/la segundo/a. Estas personas usualmente evitan las relaciones sexuales y cualquier tipo de contacto físico como primera y única instancia. La naturaleza de estas relaciones complican el trabajo investigativo ya que no es algo que se puede ilustrar fácilmente.
Y si no se puede ilustrar fácilmente, ¿cómo nos damos cuenta de que está pasando en primer lugar? Con los casos de infidelidad que son principalmente sexuales la evidencia es más accesible y reconocible. La persona se deja de interesar sexualmente en su pareja, empieza a llegar tarde a la casa, etc. En la infidelidad emocional las sospechas vienen de conductas a largo plazo. Por lo general estas relaciones son mantenidas en completo secreto. Todas las reuniones son invisibles, como si nunca hubiesen pasado, ya que la rutina no cambia o cambia muy poco, así que no hay el “¿dónde estará metido/a?”
Otra conducta sospechosa es que la persona tenga conversaciones largas consigo mismo/a. Muchas veces la persona engañando valora de sobre manera el tiempo que pasa con el/la tercero/a, por lo que revive esos momentos de ocio y alegría cuando piensa que nadie le está prestando atención. La persona empieza a mostrar menos y menos interés en sus pasatiempos, y busca excusas para pasar tiempo con su otro interés (la otra persona).
También pueden empezar a recibir o enviar regalos con frecuencia, aunque sean detalles pequeños. Mientras más tiempo y emociones pasa la persona en esta relación más capital va a invertir. Esta situación en particular puede empezar a crear un poco de roce porque su pareja actual no recibe ese tipo de apreciación.
Tal vez el aspecto más doloroso de este tipo de relación es que suelen nacer de alguna amistad de antes o alguna ex pareja. El lazo emocional es tan personal que florece más fácil y rápido.
Las técnicas que utilizamos para probar este tipo de relación requieren (como siempre) completa honestidad y atención al detalle. Podemos adquirir información que tengan en el internet, pero también podemos documentar cuánto tiempo su pareja pasa con el/la tercero, “body language” etc. La duda suele estar en si se debería documentar o no, ya que muchos no lo consideran infidelidad si no hay contacto físico.
Pregúntate, ¿de qué depende tu relación? ¿solo amor? ¿solo sexo? ¿o incluye finanzas, apoyo y compatibilidad emocional, intimidad y vulnerabilidad, sueños, alegrías y tristezas? La parte emocional de una relación es igual o mas importante que cualquier otra parte. Sin el interés emocional no se puede confiar, se descuidan partes de la vida que amamos y valoramos, se pone todo en riesgo.
Recuerda, cuando las cosas dejen de funcionar, siempre es mejor ser honesto. No destruyas la percepción de confianza y amor que otra persona tiene y debería poder tener por otras personas en el futuro. Todo tiene solución, excepto la muerte. Soluciona tu revolú emocional antes de que tu pareja me llame y sea yo el que tenga que decirle que tu mente y tu corazón ya no están en la relación.
Fernando Fernández, PI, BAI, CCDI, CDRS, CII, CAS, CHS-II
Presidente - Covert Intelligence, LLC