SAN JUAN, PR – Octubre 2018 – Muchos actos ilegales usualmente requieren un proceso de vigilancia de antemano. Cuando menos crees, alguien te pudiese estar siguiendo, vigilando, persiguiendo, adquiriendo mas información sobre ti para atacar en el momento perfecto. El ataque puede venir en forma de asalto, robo, escalamientos, robo de identidad, etc. Hoy en día, nos debemos preparar para lo peor.
El criminal necesita saber si eres o no una buena presa. Por medio de las vigilancias pueden aprender cuál es tu rutina, si tienen oportunidades de tener éxito con el robo, si eres un buen candidato por tus pertenencias y otros pormenores de su misión. Estas vigilancias varían en duración: a veces pueden tomar hasta años como igual puede tomar minutos, dependiendo de la víctima, la intención, la meta, etc.
Mi deber como investigador privado es proveerte información para que puedas defenderte en contra de vigilancias, sospechas de vigilancia o solo aumentar las posibilidades de que no te pase. Nunca estamos completamente seguros o protegidos, pero siempre se pueden tomar pasos para disminuir las posibilidades de caer en estas trampas y evitar desgracias.
Muchos criminales se enfocan en conocer tu rutina, saber cuándo y dónde te detienes, si tienes seguridad a tus alrededores, si caminas y actúas con confianza o si eres distraído.
Empieza por crear un ambiente hostil para el atacante. Hazle saber que no eres fácil y te sabes defender. Varias formas de hacer esto incluyen romper tu rutina siempre que sea posible, de vez en cuando tomarle fotos a tus alrededores o apuntar tablillas al azar. De esta forma le dejas saber al vigilante que eres atento, y que notas cualquier discrepancia en tus alrededores.
Algunas otras estrategias para cuando andas a pie o en tu carro incluyen prestar atención a tus alrededores. ¿Has visto la misma persona en dos sitios diferentes? ¿Te están prestando atención? ¿Se ven ansiosos y reaccionan a tus miradas?
Si tienes sospechas o estás seguro de que alguien te vigila, trata de indirectamente hacerle saber que lo has descubierto. Igual puedes alertar a alguien de confianza o a la policía. Nunca te enfrentes personalmente al vigilante. No trates de ser un héroe, pues podrías terminar complicando la situación. Si el criminal sabe que lo puedes ver, lo ahuyentas con mas urgencia.
Ten cuidado con quién y dónde compartes información. Alguien interesado en perseguir y vigilar tus movidas empleará la ayuda de las personas cercanas a ti, así sea algún conductor o sus colegas de trabajo, etc. Además, rebuscaría en el internet información sobre ti, información que tú mismo publicas en sitios como las redes sociales.
Es importante seguir tu intuición. Si algo no se siente bien, aunque no sepas por qué, sigue ese sexto sentido.
No quiero que ahora vivas con miedo y te pongas paranoico. Estas estrategias son pequeños pasos que podemos tomar para minimizar la actividad criminal alrededor de nosotros y nuestros seres queridos. Si genuinamente tienes sospechas de que estás siendo vigilado, busca ayuda inmediatamente. Estoy seguro que igual que yo, cualquiera de mis colegas investigadores te puede prestar la ayuda que necesites y enseñarte las herramientas necesarias para protegerte. Aunque creas que estas equivocado, es mejor precaver que lamentar.
Como investigador privado ofrezco servicios que te pueden ayudar a defenderte de estos ladrones. Llámame al +1 (787) 276-5619 para coordinar una consulta y dialogar sobre cómo puedo ayudarte a tí y a tu familia a estar seguros.
Fernando Fernández, PI, BAI, CCDI, CDRS, CII, CAS, CHS-II
Presidente - Covert Intelligence, LLC
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