SAN JUAN, PR – NOVIEMBRE 2019 — El trabajo de los emplazadores siempre va más allá de la labor principal, que es entregar documentos legales a petición del cliente que nos contrata. Una de nuestras responsabilidades es defender nuestra labor en corte, dependiendo de la situación.
Cuando digo defender, me refiero a hablar y confirmar el trabajo que hicimos para algún cliente, a quién se emplazó, el día, etcétera. A veces se convierte en un dilema saber a quién se le entregó el papeleo, si la entrega fue legal, cuál fue el procedimiento y muchas otras circunstancias.
Es bastante común que se vea a un emplazador en corte, así que vamos a hablar de algunos pasos a seguir para mantener toda la información limpia de tu opinión y presentarte profesionalmente.
Prepárate como si te fueras a preparar para un examen final en la escuela. Organiza todos tus documentos y tenlos listos al momento de testificar. Usualmente, todos los documentos que se utilizan como evidencia se clasifican antes de empezar el juicio. Como emplazadores, tenemos la oportunidad de traer nuestros propios documentos siempre y cuando tengamos suficientes copias para todo el mundo. Trae TODO lo que se te ocurra. A veces piden los documentos más extraños.
Yo sé que usualmente nosotros tenemos control de lo que nos ponemos para ir a trabajar, pero para la corte, vístete de punta en blanco. Hay que dar una buena impresión. Recuerda, no solo te representas a ti como profesional, sino que también a tu cliente.
Llega a tiempo, con calma y con meriendas en el maletín. Te va a dar hambre y no vas a tener a donde correr. Si tienes hambre, no puedes pensar bien. Planifica tu tiempo bien para que las filas y el tráfico no te cojan de sorpresa.
Cuando ya vayas a dar tu testimonio, recuerda sentarte derecho, sin menear las piernas ni jugar con las manos. Cuando contestes preguntas, hazlo verbalmente, no muevas la cabeza. No digas “ajá” ni “mmhmm”, siempre “sí” o “no”. Si no entiendes algo, por favor pide clarificación antes de contestar lo que sea. No mires a nadie del jurado ni a los abogados mientras hablas. Esto demuestra que no te sientes confiado en tu testimonio.
Antes de contestar alguna pregunta elaborada, pausa brevemente. Esto se hace para darle al abogado una oportunidad de objetar la pregunta. No des tu testimonio de memoria. La gente se da cuenta si estás repitiendo al papagayo. No leas ningún papel que se te de, ni tus materiales, es más, no leas nada. A nadie le interesa que la pregunta se puede contestar con los materiales que trajiste. Contesta lo que te pregunten sin protestar.
Suena severo, pero las cortes son un lugar de protocolo y respeto al procedimiento y quienes lo llevan a cabo. Solo hay que hacer lo que te piden y sobrevivir el día. Es un maratón, pero al final has sido una parte integral de ayuda a tu cliente más allá de tus labores.
Fernando Fernández, PI, BAI, CCDI, CDRS, CII, CAS, CHS-II
Presidente - Covert Intelligence, LLC
Muy buena ayuda para cualquier persona que tenga que declarar en un tribunal gracias