SAN JUAN, PR – Marzo 2019 – No todo el mundo que dice querer ayudar lo hace con buenas intenciones. El debate de pro-vida y aborto libre es evidencia suficiente. En Puerto Rico existen centros como ProFamilia, que se encargan de educar y darle opciones a mujeres con embarazos no deseados y educación reproductiva. En los Estados Unidos existe Planned Parenthood (PP), una organización que casi ha ido a la guerra por defender los derechos de las mujeres y todo tipo de cuidados que requieren. Aunque estos centros no son equivalentes, ambos defienden una autonomía feminista. Por otro lado, existen los “crisis pregnancy centers” (CPC). Estas son organizaciones que, aunque parecen tener los mismos valores que ProFamilia y PP, guardan intenciones siniestras en su filosofía.
OJO: traigo este tema porque es usual que cuando algo así pasa en los Estados Unidos aquí en la isla lo usan como excusa para copiarlo. Ahora mismo se está estudiando la posibilidad de cambiar los parámetros de la ley que apoya el aborto. Hay que estar sobre aviso y entender las ramificaciones de estos “centros de embarazos en crisis”.
Los CPC son organizaciones sin fines de lucro que se hacen pasar por centros como PP. Con esto me refiero a que fingen “educar” a la mujer para decidir (principalmente) si quieren continuar un embarazo o no. Son facilidades que esconden una agenda estrictamente pro-vida y en contra del aborto con énfasis religioso. Es por esto que cualquier mujer que asista a uno de estos centros se topa con un personal manipulador, que hace todo lo posible por “orientar” a la mujer en contra del aborto y cualquier método anticonceptivo.
Si sabemos la verdad sobre estos centros, ¿por qué existen? El presupuesto para estas oficinas viene del gobierno federal desde el 2006 y recientemente ese presupuesto fue renovado. Si lo pueden creer, los CPC ni siquiera tienen personal entrenado en medicina, usualmente son voluntarios religiosos con cero capacidad de dar consejos prenatales confiables y mucho menos brindar apoyo libre de estigma.
Usualmente se enfocan en atraer mujeres de bajos recursos con poca educación sobre sus derechos reproductivos, con miedo y confusión sobre su situación. Ofrecen pruebas de embarazo gratis, tienen nombres que los hacen sonar como sitios confiables, cuando los buscas en las redes tienen la palabra “aborto” en sus descripciones y por lo general se ven inofensivos. El punto es confundir a las mujeres para traerlas y encerrarlas en un círculo de humillación y completa desinformación por querer buscar un aborto.
En el 2013 una reportera del Huffington Post infiltró dos CPC en el estado de Virginia haciéndose pasar por una paciente en busca de un aborto. En realidad la reportera no estaba embarazada y solo quería pasar por la experiencia que muchas mujeres con miedo pasan.
La reportera cuenta que de primera instancia el centro parecía una oficina pediátrica, con juguetes y revistas. Una vez le asignaron una “consejera” fueron a un cuarto privado donde le hicieron las preguntas de rutina: Nombre, dirección, edad, fecha de su última menstruación, etcétera. De repente las preguntas se empezaron a tornar más hostiles e invasivas. Preguntas como “¿Cuál es tu situación económica? ¿Le has dicho al padre? ¿Qué religión practican? ¿Se piensan casar? ¿Con cuánta gente te has acostado?”
Las contestaciones a estas preguntas le proveen a la “consejera” aperturas para atacar, le dice cuales aspectos de la vida de esta mujer son débiles y puede fácilmente manipular para continuar el embarazo. La reportera cuenta que aunque ella no estaba embarazada inmediatamente sintió una culpa profunda, estaba avergonzada y preocupada. Cuando explicó que ha tomado anticonceptivos la consejera empezó a decirle que las pastillas dan cáncer y que son el equivalente de una pastilla para inducir aborto. Le dijo que los condones son porosos y propagan infecciones. Insistió que un aborto sería lo mas negativo que podría hacer en su vida, que estaría dañando su sistema reproductivo por siempre. En fin, piensa en todo lo que sabes del ángulo “pro-choice” y tíralo por la ventana.
Al confesar el número de parejas que ha tenido la felicitó por ser “recatada y controlada”. La reportera usó como excusa que había quedado embarazada por medio de una violación. Puede que suene explotador, pero esta es la realidad de muchas mujeres. La consejera simplemente le dijo “trata de no hacerlo de nuevo”, responsabilizándola a ella sobre la violación.
Nunca voy a poder entender el nivel de vergüenza y confusión que sintió esta reportera y que sienten todas las mujeres que llegan a estos centros. Manipular y controlar las acciones de una mujer con el fin de defender una ideología anti-aborto es irresponsable y anti ético por no decir mas. Es realmente indignante, y peor aun que pase legalmente y con completo apoyo federal. Recordemos que hay una ley que protege el derecho de la mujer a decidir si quiere continuar con su embarazo, siempre y cuando sea en la primera etapa del mismo. En nuestra isla las mujeres se han tirado a la calle repetidas veces buscando defender el derecho al aborto libre y seguro, buscando opciones y ambientes educativos para todas. No estoy diciendo que todos tenemos que estar a favor de el aborto, pero al menos no trate de empujarle por ojos, nariz y boca una ideología extremista a otra persona. Respete la ley, y los derechos individuales de todos los ciudadanos y ciudadanas. Tú nunca vas a saber por lo que otra persona está pasando. Mantén los ojos abiertos y apoya a las mujeres en tu vida. Ningún ser humano tiene derecho a restringir el libre albedrío de otro.
Fernando Fernández, PI, BAI, CCDI, CDRS, CII, CAS, CHS-II
Presidente - Covert Intelligence, LLC
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