SAN JUAN, PR – Diciembre 2018 – La tecnología está llena de beneficios y avances que, además de facilitar nuestra vida diaria, sirven para defender la ley y el orden. El poder de acceso a todo el equipo investigativo que tiene un policía o cualquier miembro de la fuerza requiere de estos un sentido de ética firme e impermeable. Debemos aceptar que no siempre se le da acceso a personas responsables. La corrupción tiene muchas formas, y una de ellas es el abuso de la tecnología policiaca.
Veamos el ejemplo de un policía francés que descubrieron vendiendo un servicio que utilizaba data y tecnología policiaca para rastrear celulares dejándose llevar por el número de teléfono. Los fiscales explicaron que el agente ofrecía el servicio a gangas criminales para rastrear a sus enemigos. Además, lo promocionaba como un método para rastrear parejas. El oficial vendía estos servicios vía “dark web” en una página llamada “Black Hand” (mano negra). Como si fuera poco, también vendía información que muchos criminales podrían usar para plagiar documentos oficiales.
Irónicamente, el oficial trabajaba para una rama policiaca que investiga y combate crímenes cibernéticos, tales como espionaje y terrorismo. Los compradores y los documentos fueron rastreados por medio de códigos especiales que tenía el sistema. ¿Qué pasaría si estos equipos y sistemas no tuviesen ese código? Muchos de estos sistemas estarían disponibles para todos sin control, creando una rama criminal mucho mas agresiva.
Esta no es la única vez que escucharás sobre estos casos. En el 2017 se descubrió a un oficial australiano vendiendo identificaciones policiacas falsas, tanto australianas como británicas. También existen los casos en los que no acusan al oficial de vender, sino de comprar en la “dark web”. En otro caso en Irlanda se arrestó y encarceló a un policía que estaba comprando un arma de fuego con silenciador y municiones.
Hay que recordar que todos tenemos distintas motivaciones en la vida. Existe gente que no entiende la responsabilidad de ser un oficial, investigador privado, agente, etcétera, y el peligro que significa el abuso de poder. Desafortunadamente, casos como los que he discutido hoy se siguen multiplicando gracias a la corrupción interina y descuido de personal.
Queda de nosotros, aquellos que respetamos nuestra profesión, continuar la labor con honestidad y transparencia. Los que hacemos nuestra labor por vocación también tenemos la responsabilidad de denunciar estos abusos. Así que, tanto colegas como ciudadanos, los exhorto a no quedarse callados cuando vean que alguien hace mal uso de las herramientas de su trabajo. No es justo para los que las usamos para bien.
Fernando Fernández, PI, BAI, CCDI, CDRS, CII, CAS, CHS-II
Presidente - Covert Intelligence, LLC
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